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Mostrando las entradas de 2008

invierno

Al principio todo era muy extraño, las cosas tenían formas, gustos y dimensiones diferentes. El aire era distinto, los árboles, las voces y sus tonos. En medio de todo esto trataba de conocer y familiarizarme; sobre todo con el gris del ambiente, la ausencia del sol, la tonalidad extensiva de todo cuanto veía. Aún intento entender el invierno, verlo como a alguien que ha vivido conmigo desde mi infancia y a quien le conozco todas las manías y exentricidades; pero el invierno o otoño ( estas distinciones aún no puedo percibirlas) se me muestra esquivo, como alguien extranjero con quien tengo que convivir. Yo sé que tarde o temprano terminaremos hablando el mismo idioma y este entendimiento seguro tendrá aun especial descubrimiento, porque tal vez sea este el único invierno que viva. A veces sueño con el trópico, saboreo el calor de la arena y el manso sonido de las olas. Estos sueños, aclaro, no son nostalgia, sencillamente son una parte de mi identidad, aquella de quien me he separado

Asesinan al Fast Food

Miro un programa de televisión, es de mañana, la presentadora dice: “por primera vez se obtiene una disminución en la incidencia de cáncer en EEUU”. Pienso entonces inmediatamente que esta es la mejor noticia de todas; sueño o divago, en pocos minutos, con las millones de lágrimas ahorradas, de angustias, de entierros y sufrimientos. La presentadora agrega: “Se cree que esta baja es debida a los mejores tratamientos, los avances en la ciencia, el desarrollo de la industria farmacológica y los cambios de los hábitos de vida de las personas, ahora, se han vuelto más saludables”. Por primera vez en mucho tiempo me siento feliz, imagino a muchas personas tirando el cigarrillo en la bacinilla, corriendo en parques y comiendo brócoli y tomate crudo. “Su tumor es benigno, señora” ---dice el médico--- Esta es la más dulce y epifánica sentencia que alguien le puede dar a otra persona---me digo yo---. Todo es transitorio, sin embargo. Como decía Héctor Lavoe todo tiene su final y lo tiene. Pero

Lo jut(S) t o

Es difícil encontrar una idea adecuada, que defina la siesta interminable del mundo. Porque todos duermen en mazmorras, porque todos sólo piensan en sí mismos. Tal vez sea mejor comprender que a veces es bueno el retroceso. El mundo debe servirse de la austeridad (pero esto ya no lo queremos), porque antes gastábamos más (esto queremos superarlo), teníamos demasiado a nuestra disposición (esto queremos mantenerlo). Ahora, ahora, ahora, manejamos entre velas, apagamos los impulsos de debajo de los mares, comprendemos la comodidad y el placer de lo justo ¿Qué es lo justo?

Retrato de la mujer de las uñas moradas

La mujer de las uñas moradas carcomidas, desconchadas y brillantes. Entró en el metro dando traspiés, su estatura era mediana, ensillaban la punta de su nariz un par de gafas grandes de grueso vidrio. Su boca medio pintada estaba crispada, su mirada ausente, nublada de entendimiento. El cuerpo, cubierto de una cantidad generosa de abrigos, se mecía constantemente con el temblor de los rieles del tren. La mujer de las uñas moradas cargaba una bolsa que contenía almohadas pequeñas, miraba de repente con una penetrante intensión asesina. Pensé que estaba trastornada y en ese momento, con mórbido estupor, empecé a imaginarla loca, en su piso diminuto, clavando el cuchillo en la carne de cerdo con vehemencia psicópata. Aquella mujer, una desequilibrada que más de una vez siente el deseo escandaloso de ahorcar a su propio hijo que llora chillón e inocente en la cuna. Supongo que no podría ser entonces una prostituta vestida de actriz, una ninfómana sadomasoquista o una satisfecha ama de casa

Paseo de metro

He querido tomar fotos aquí en Madrid pero no tengo ninguna cámara fotográfica. A veces se me han presentado oportunidades inigualables para detener en el tiempo momentos memorables para mi visión; hombres vestidos estrafalariamente con cabellos achiclados y uñas gastadas, mujeres viciosas a flor de piel, deslumbrantes lectores de metro, paisajes encumbrados de hojas sepia, paseantes distinguidos, risas incongruentes, viejos particulares. La cámara no ha estado. Trato de retener en mi memoria todos estos acontecimientos cotidianos para los madrileños pero nuevos para mi. Es mi extrañamiento dentro de una nueva mecánica cotidiana a la que tengo que acostumbrarme temporalmente. Sé que mi perspectiva y mis deseos de fotografiar con mi memoria ciertas imágenes a medida que pasa el tiempo, conservando ciertas reminiscencias, son absolutamente subjetivos. Son mi lente y mi ojo los que remembran continuamente aquello visto, los que me impulsan a describir a toda esta gente extaña, a

Aquí en Madrid

En Madrid es mejor acostumbrarse a las diversidades; la cantidad de gente friqui que vive en esta ciudad es inmensa, aparte el metro es una fauna de canciones mañaneras con gente que se concentra hasta la indencia en lecturas de diversas características. Mis impresiones de Madrid la verdad serían muy particulares, para mi las ciudades tienen el cariz que cada quien le impregna con sus predisposiciones psicológicas y sus movidas particulares. Creo que Madrid baila siempre y se contenta cuando el que vive en ella se contenta. Puede llorar también contigo cuando estás triste, te consuela. En Madrid no he tenido tiempo, me he visto como en medio de una lluvia de papelillos con un mensaje diminuto escrito en su diminuta también superficie. Todo me dice algo, pero no tengo tiempo de descubrirlo. Aquí si te conformas con lo la diversidad de lo cotidiano no te alcanza la vida para describir los millones de estímulos. Creo que estos nueve meses serán más cortos de lo que pensé.

Porque me voy

Estimados merodeadores Blogueros: Por motivos de mi viaje y futura estancia estudiantil en la capital española, dejaré de escribir por un período de tiempo incierto. En realidad tal vez (aclaro) todo esto sea pura bulla y yo no pueda separarme de mi blog y sobre todo de todos ustedes que me visitan. He escrito un texto un poco largo, está abajo en forma de entradas sucesivas, pueden comentar cuando gusten ( me gustaría que lo hicieran) y yo, que seguro no dejaré de escribir porque no puedo estaré pendiente. Esta despedida es de mentiritas y forsoza porque tengo que viajar, buscar una casa y hacer un montón de cosas. Mudarse a otro país es un chollo, una cosa del corazón y de papeles y trámites, algo muy estratégico y un poco acojonante, como dicen los españoles. Allí están entonces mis sucesivas entradas, y se les quiere mucho.

Esto es algo escrito

En este momento pienso que esta página en blanco es el recipiente de mi novela, mi primera novela, la que no he escrito, la que no tengo ni idea de cómo puede empezar, la que añoro y a la que no soy capaz de encontrar por miedo, por resignación, por temor. Hay muchos indicios que deberían decirme que estoy lista, que este es el momento, sin embargo yo sigo sin atreverme, sin lanzarme, sin considerar que hay que empezar a pensar que es posible. Así comencé yo mi blog, porque necesitaba que alguien me leyera, porque tal vez mi alma estaba hambrienta de mostrar lo interno a lo externo, yo tenía sed de diálogo, tenía sed de canto, tenía sed de comunicación. Había una especie de tapón que reverberaba tórridamente, porque tenía muchas presiones dentro de mí, en ese entonces se encontraban en mi adentro muchas necesidades que no se remitían a las cosas materiales. En verdad nunca he pensado en las cosas materiales como algo importante, siempre he considerado que son proyecciones absurdas de

Esto es Ficción

Me desvío, quería hablar de la amistad, o tal vez presentarme, o decir quién soy, o hablar de lo que quiero escribir, o querer que esto sea un cuento, o simplemente mentirles a ustedes. Me presento, algunas cosas ya he dicho de mí, ya saben que tengo un blog, que quiero escribir una novela pero no puedo y que pienso que todo es desecho. Tras este recuento de mi persona, les digo que soy una pobre imbécil. Una mujer, si es que antes no sabían mi sexo. Una pobre imbécil que no entiende la mecánica de nada, porque ha vivido en el mundo de Alicia en el país de las maravillas. Tal vez entiende demasiado, por eso quiere entender cómo dejar de entender unas cosas y empezar a entender otras un poco menos absurdas, más reales, tocables, terrenales. Y bueno, quería hablar desde un principio de la novela que quería escribir y que trata de la amistad, realmente es una historia un poco triste, quizá melancólica, apacible, donde no pasa mucho excepto la pobre frustración de un personaje gris, anodin

Esto es Ficción sobre...

Yo pienso en Marcos. Pienso en Marcos, repito. Y pienso en su soledad, entonces me imagino a mí misma frente a la computadora escribiendo algo sobre Marcos y no puedo seguir escribiendo nada, porque en mi imagen de él, él me parece soso, incongruente, indigno de ser retratado a través de mis letras. Yo, pienso más aún en mí, me detesto porque Marcos me detesta porque no puedo escribirlo. No puedo hacerlo hablar. Entonces me siento como una cruel asesina, sólo en ese preciso instante soy la pobre imbécil que antes dije que era, pero en realidad no lo creía cuando lo dije, porque en serio yo solo quería impresionarlos a ustedes que me leen e imaginan que siento un fracaso muy grande porque no puedo escribir nada de Marcos, viejo viril psicológicamente pero absurdamente chueco físicamente; Marcos, viejo solo, no puedo escribirte. Al menos supongo entenderán cómo me siento, sabiendo que soy una pobre imbécil con anhelos. No hay nada más triste que ser una imbécil con anhelos. Porque ser p

Esto es Ficción sobre Ficción (...)

Esta página en blanco solo ha quedado como un recipiente inerte. Marcos debe reescribirse en mí, apoderarse del universo ingrávido de la nada, tratando de volver, debe exigir nacer, es un ser extraordinario porque existe sin haber nacido. Es como el hijo que pensamos tendremos algún día pero que no existe mientras no lo tenemos, se encuentra en la imaginación, es una posibilidad, no existe, repito, no existe, no existe, no existe. A quien quiera leer, Marcos nacerá si finalmente el espermatozoide fecunda al óvulo inexistente, Marcos tal vez nunca ha existido, o sí, ya existe, pero está enfermo, no puede asistir por eso a esta disertación de su nacimiento, no pudo venir, por eso es pensamiento. Un pensamiento que trata de materializarse en esta página que estaba en blanco y que pretendía ser una novela, esta página de computadora Word. La imposibilidad de un nacimiento deviene de la imposibilidad de crear algo. Tal vez quien esto escribe se encuentre atrapada entre paredes estériles, ta

Gunter Eich

De Gunter Eich puedo decirles que es alemán, nació en 1907, por lo que pueden deducir que vivió todos los horrores de su tiempo. De Gunter Eich quiero mostrarles esto, ustedes juzguen si era o no un verdadero poeta: I Recuerda que el hombre es el enemigo del hombre Y que suya es la destrucción. Recuérdalo siempre, recuérdalo ahora, En este momento de abril, bajo este pesado cielo, mientras te parece oír el crecimiento como un mensaje /crujido Y las campesinas arrancan los abrojos bajo el canto de las alondras; recuérdalo siempre también en este momento. Cuando saboreas el vino en las bodegas de Rander [sacker O cortas naranjas en los huertos de Alicante, Cuando coges el sueño en el Hotel Miramar juanto a [la playa de Taormina, O alumbras una vela el día de Todos los Santos en

PASTORAL AMERICANA. PHILIP ROTH (Impresiones)

Para: Douglas y la Sirena Varada, con afecto Como ya dije hace poco se me ocurrió leer a Philip Roth. No conocía al autor, tenía el libro simplemente allí, agarrando lluvia y polvo. Un día leí una crónica sobre uno de sus libros “Everyman”, entonces quedé profundamente conmovida con el argumento y con la hondura y la exhaustividad con que el autor plasma la vida humana, en su cruel sentido. Leí “Pastoral Americana” porque era el único libro que tenía, confieso que busqué “Cada hombre” por todas las librerías de Caracas sin éxito. Pensé al terminarlo que debía escribir algo sobre él, pero no podía hacerlo inmediatamente, las razones son muchas, una de ellas; que el libro te deja tocado del coco, es decir, una vez cierras el cartón de la contraportada te respondes a ti misma muchas cosas que antes no comprendías de la vida, de las personas y del mecanismo social que cargaremos hasta morir. No podía escribir sobre “Pastoral Americana” en ese instante porque sabía que no diría completamen

Normal

Me he estado preguntando últimamente qué es realmente ser normal. La campana de Gauss no pudo explicarme. Si yo soy normal (esto es un ejemplo) no puedo ser pureza normal porque ser pureza normal es estar metida en la barriga de la campana en todas las variables posibles que pueden definirme, entonces dudo que yo sea normal (esto es parte del mismo ejemplo). La normalidad, según mi humilde criterio, va de la mano del aburrimiento y el aburrimiento es lo más gris, uniforme y castigador que hay. Prefiero entonces no ser normal absolutamente; sin embargo, si tuviera que esperar a alguien que me haga compañía preferiría que lo fuera. La normalidad es predictiva, y en el fondo, aunque nos cueste aceptarlo, a nosotros, sí, también a mí (y aquí soy normal) no nos gusta sobresaltarnos con cosas anormales. Las cosas anormales causan incertidumbre y la incertidumbre continuada es una desdicha (al menos para la gente normal en este tema). Lo anormal tiene algo de divertido, desastroso y siniest

Impresiones de un viaje en autobús

Montada en el autobús de Rodovías, en mi viaje de Caracas –Cumaná, me atreví tímidamente a abrir la cortina de la ventana. En estos autobuses se prohíbe terminantemente abrir las cortinas, las razones que dan los que confeccionaron este reglamento son varias: En el día; el sol penetra directamente con la cortina abierta y termina haciendo un calor enorme a pesar de que el eficiente aire acondicionado (no se sabe cómo pero siempre están a -3) hace de las suyas. Si cualquier distraído pasajero osa entreabrir con las yemas de sus dedos un diminuto ángulo de la cortina, inmediatamente, un copiloto trajeado con un uniforme de aviador deslucido hace su aparición y regaña humillantemente al pasajero prohibiéndole que abra la ventana. De noche la cosa se pone intensa, la razón principal es una modalidad de delincuencia que consiste en el lanzamiento de una piedra de grandes magnitudes hacia una de las ventanas del autobús en marcha, con esto se busca que el accidente haga detener al autobús y

Jugando a los dados

El azar es el comienzo, ningún comienzo deja de ser azar, aquél que pareciera ha existido siempre, incluso desde antes del nacimiento, se materializa a manera de circunstancia en azar. Ese encuentro fortuito, esa mirada que se capta y es interpretada, ese juego de la seducción que se transforma en un estímulo que desencadena el sentimiento amoroso de ese receptor. El azar progresa, hace que esos dos cuerpos se interesen, conecten, comulguen; empiecen a compartir un modo de relación más estrecha, que se vuelve finalmente íntima. Entonces, en este caso (porque estoy usando esto como una nota de ejemplo y lo utilizaré para otros fines literarios) el azar es negativo. Estaba predestinado aquél encuentro, aquella mirada primigenia a fracasar, sea por las razones que sean. Viene la decadencia, los árboles se encojen, el cielo, todo el color que tiene el mundo, y se produce la forzada ausencia. Se ha acabado, hay que empezar el duelo en todas sus etapas. Allí, en medio de ese duelo, con esa

Finalmente un poema Piaroa

Tenía días pensando qué colocar en la entrada. Estaba aletargada, sin motivaciones poderosas que almacenaran pulsiones lo suficientemente fuertes para escribir algo adecuado, interesante, lleno de sentido existencial o literario. Con los días, el letargo aumentó y un cansancio progresivo se fue apoderando de mi alma, entonces, pensé en escribir, me vi frente a la hoja digital de Microsof Office Word y no podía siquiera atinar un sólo carácter. Entonces, me puse a leer, desesperadamente, con ansia infinita, leí de todo un poco, recabé en mi memoria y encontré este poema, perdido y como dejado al descuido en una revista literaria de hace mucho tiempo. Es un poema de la etnia Piaroa, realmente pienso que los piaoras eran verdaderos poetas. Verdaderos. Si tu me miras soy como la mariposa roja; si me hablas, soy el perro que escucha: si me amas, soy como la flor que se abre en tus cabellos; si me rechazas, soy la canoa vacía que va sobre la corriente, y se rompe en la roca Poema Piaroa

Premios Dardo 2008

PREMIO DARDO "Este premio reconoce los valores que cada blogger muestra cada día en su empeño por transmitir valores culturales, éticos, literarios, personales, etc.., que en suma, demuestra su creatividad a través de su pensamiento vivo, que está y permanece innato entre sus letras, entre sus palabras rotas". Quiero agradecer, sinceramente, a la amiga Vanessa Martínez por haberme otorgado este premio que me llena de agrado y contento. A Vanessa gracias por tal gentil gesto, viniendo de ti un honor absoluto. Como las condiciones del premio incluyen: 1. La vinculación de aquél que otorgó el galardón,2) La puesta en escena del poster del premio 3. la premiación de los blogs que considero cumplen con las condiciones: Así que aquí van los 10 ganadores según mi humilde opinión, sin orden específico: 1) Petru´s Blog: Montañas de Silencio profundos ríos de palabras http://profundosriosdepalabras.blogspot.com/ Este blog me encanta porque siempre me hace reflexionar, sacarle el jugo

Margarita está linda a la mar...

Recuerdo ahora aquél poema de Rubén Darío, ese dedicado a Margarita Debayle y cómo recibí aquél cuento (poema)desde que era chiquita, y miré mil veces los dibujos que acompañaban a las estrofas; con aquellos trazos firmes, generosos en cantidad, que dibujaban los largos y oscuros cabellos de la princesa Margarita. Recité muchas veces aquél poema imaginando el palacio de diamantes, la estrella y el prendedor anhelado. Me encantó el bosque del palacio y la corona del rey, pero lo que más me gustó fue el dibujo del mar con las olas rompiendo a los pies de un árbol de uvas de playa, y la alondra sobrevolando el cielo rosado (pues ese era el color del papel de arroz de las páginas del libro). Ahora vuelvo a leer el poema de Margarita, lo repaso en mi mente y busco en Google las imágenes que pudieran relacionarse con el cuento (poema). Siempre, tomaba como refencia en mi búsqueda a aquellos dibujos hechos con marcador negro punta fina, tan prolijamente presentados, tan rítmicamente acompasan

Por la carretera

Una vez pasaba por la carretera Cumaná- Maturín y vi un velorio de caserío. Dos hombres salían de una pequeña casa de vivienda, uno se acomodaba el puño de la camisa, el otro esperaba impaciente con el cabello mojado, señal de que se había recién bañado. Más adelante, específicamente a dos casas de distancia, se aposentaba el coche fúnebre; un poco destartalado, con letras rojas en forma de arcoíris decorando las ventanas laterales. Mujeres con camisas cortas, negras y cabellos pintados hacía mucho tiempo esperaban saliera el entierro. Un grupo sostenía una corona de flores. Ningún familiar lloroso y apesadumbrado se asomaba por la parte foránea de la casa. Supongo que se encontraban adentro, llorando al muerto, dándole el último adiós antes de que se lo llevaran. Había un autobús más adelante que seguramente recogería a los presentes y los trasladaría al cementerio de Cumanacoa, el pueblo más cercano. En la noche, en medio de un vibrante sonar de grillos, los vecinos contarían alguna

Las cosas que se me ocurren mientras corrijo

Y si tengo los ojos cansados, con los montones de telarañas que abruman mi visión. Me despierto de un sueño extraño, sueño que sueño, pienso en cosas rojas que pasan por un tamiz que en realidad es un caleidoscopio; las cosas se confunden, todo deja de ocupar su lugar para aposentarse en otro. No es que el pasado tenga un espacio, sin embargo, yo sueño que sueño que lo tiene, y entonces los montones de telarañas empiezan a borbotar como fuentes furiosas hacia el espacio. Yo estoy cansada y sueño que sueño. Quiero que no haya más injusticias, me monto la película en un foto proyector por el que han pasado millones de células de luz que también fueron tamizadas, y entonces pienso que el pasado tiene un espacio real y el futuro también. Siento que el pasado ocupa el espacio de la injusticia y el futuro el del amor. Sueño que sueño muchas cosas pero me salen telarañas en la boca y se me hace difícil hablar, finalmente trato de crearme nuevamente pero limpia de telarañas y no puedo, creo q

T.V.

He visto televisión: lo confieso. Últimamente, en estos días depresivos, de auténtico malestar emocional, me han hecho advertir que pasar los canales como una autómata distraída te hace sentir peor. La verdad, no sé si esto me había ocurrido antes, tal vez sí y yo no lo recuerdo: El poseer con todos mis documentos de propiedad la sensación de absoluto vacío mientras paso y paso canales sin que pueda decir que algo es divertido, sin que pueda satisfacerme o interesarme con nada. Tal vez mi percepción esté contaminada, sin embargo, he tratado de ser objetiva, hoy precisamente que me siento un poco mejor. Sacar la cabeza a la luz y seguir pasando los canales a modo de prueba me ha hecho darme cuenta de que la era televisiva de los reality shows es absolutamente detestable ¿Es que no pueden buscar testimonios de gente menos estúpida? Sinceramente no sé hasta cuándo tendré que soportar obscenas cantidades de vidas idiotas mostradas en todo su esplendor en la pantalla. Es pestilente y da un

Querido James Joyce:

Creo que James Joyce no me ayuda a escribir. Lo tengo en la pantalla del computador, circunspecto, con sus grandes y abultados anillos, aquella mano que cae levemente, casi etérea, su sombrero y sobre todo su mirada, él no está mirando al fotógrafo, mira la lontananza; sus músculos faciales actúan a consecuencia de sus pensamientos, sin embargo, no sé lo que piensa. Sostiene un bastón y ahora miro sus lentes de montura oscura, redondos; su boca semi abierta. Por un momento pierdo la memoria y me olvido que murió, me olvido de que es un objeto hecho imagen y pienso sin embargo que está más vivo que nunca; claro, es Joyce y no puede morir es Dios Joyce con sus Dublineses, con su Finnegans Wake y con su Ulises. Creo sinceramente que esto de rezarle a Joyce no me da resultados. Pasan los días ingrávidos, yo me siento en la pequeña mesita de madera y lo observo largo rato, trato de pensar luego a ver si él me ha transmitido alguna idea desde el más allá pero al parecer Joyce no quiere aco

Sobre el amor...

"Nada hay que ocupe y ate más el corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde, por el amor, en la más honda de las ruinas"(p.282). Umberto Eco(1985) "En nombre de la rosa" Barcelona: Lumen.

Madrid

Hasta ahora no he internalizado totalmente lo que me espera. Este año debo renunciar a mi trabajo y viajar a otro país para vivir en él durante nueve meses. La oportunidad que se me ofrece es única, estaré estudiando un Master en Filología Hispánica en el Instituto de Lengua Española becada con la Fundación Carolina. Creo que soñé durante mucho tiempo con esta beca y ahora que la consigo, siento una especie de vértigo, puesto que pienso que ser una inmigrante temporal te hace cambiar de perspectiva de vida por el resto de tu existencia. Aunque he visitado varias veces España nunca he vivido en ese país. No sé realmente cómo será sentirse extranjera, caminar por calles que no son mías, escuchar otro acento por mucho tiempo, alejarme de todo y de todos a lo que usualmente estoy acostumbrada; vivir sola, la soledad es buena cuando quieres crear, cuando quieres reflexionar, cuando quieres profundizar y descubrir quién eres realmente tú. He tenido que estar sola por mucho tiempo, ahora m

La Mancha De Púrpura de Ramon Lopez Velarde

Poema La Mancha De Púrpura de Ramon Lopez Velarde Me impongo la costosa penitencia de no mirarte en días y días, porque mis ojos cuando por fin te miren, se aneguen en tu esencia como si naufragasen en un golfo de púrpura, de melodía y de vehemencia. Pasa el lunes, y el martes, y el miércoles… Yo sufro tu eclipse, ¡oh creatura solar!, mas en mi duelo el afán de mirarte se dilata como una profecía; se descorre cual velo paulatino; se acendra como miel; se aquilata como la entraña de las piedras finas; y se aguza como el llavín de la celda de amor de un monasterio en ruinas. Tú no sabes la dicha refinada que hay en huirte, que hay en el furtivo gozo de adorarte furtivamente, de cortejarte más allá de la sombra, de bajarse el embozo una vez por semana, y exponer las pupilas, en un minuto fraudulento, a la mancha de púrpura de tu deslumbramiento. En el bosque de amor, soy cazador furtivo; te acecho entre dormidos y tupidos follajes, como se acecha un ave fúlgida; y de estos viajes por la e

¿Por qué volví a leerme El extranjero ?

Cuando descubrí este extraordinario libro, vivía en Caracas y sabía muy poco de la vida. Era un persona inocente (aún), tenía más amigos que ahora y pensaba que la muerte era lo único que nos igualaba a todos (yo estaba convencida que el mundo era una bacinilla putrefacta con caca). El libro me fue regalado y recomendado con bastantes aspavientos; se me obligaba prácticamente a leerlo en ese mismo instante puesto que: “había sido conseguido en un remate, por pura suerte de la vida…”. Como la edición era sumamente humilde---papel de prensa; un cartón débil, escueto; color chillón y un dibujo difuso en la portada--- no me llamó la atención ¡qué ignorante era! Sin embargo, pese a mi indiferencia, la insistencia de mi padre fue tal que decidí abordarlo en un viaje en autobús Cumaná- Caracas: Y ocurrió entonces mi revelación. El señor Meursault se transformó para mí (una adolescente de 18 años) en alguien extraordinario que sabía mucho de la vida, aún y cuando sus valores fueran to

JIMENA, MUJER

La historia de Jimena es simple: una mujer nació en una familia castradora padeciendo, por años, la terrible angustia de sentirse una abúlica, frígida e insípida solterona. Jimena nunca quiso verse allá abajo; no quería constatar que su sexo, tantas veces imaginado y comparado con el de otras solteronas, podría estar arrugado como una pasa. Cuando la madre murió Jimena no quiso llorar, en el fondo, ante el duelo, había sentido cierta cosquilla de placer en la parte baja de su vientre, un ligero ardor en los labios inferiores, un encrespamiento y una lava que caía sin querer, que estaba allí, fangosa, moviéndose en la espesura de sus adentros. Había muerto su madre y por primera vez Jimena se atrevió a reconocer un deseo, unas ganas grandes de que algo la poseyera, o alguien. Guardó luto cerrado por un año mientras practicaba en la soledad de su casa las distintas formas de divertirse con lo prohibido. Gimió, sus manos habían lamido, hurgado, tocado; se habían retorcido de amor y

OTRA ENTREGA DEL CUENTO DE LA VENTANA

Me pidió por favor esperaba a que se vistiera, que si podíamos hablar en otro sitio, tal vez un café o un restaurante. Asentí y pensé inmediatamente en la situación incómoda a la que me exponía con su mujer y con los demás. No quise, sin embargo, discutirle. Salimos al poco rato. Mislevis me despidió con un saludo agrio, apenas un leve agitar de los dedos y una escueta sonrisa. Escogí un sitio apartado pero acogedor, nadie nos escucharía. He de repetir que yo era y soy una mujer reservada y no quería que nadie conocido me viera con un jovencito. Juanito me miró impaciente, estaba nervioso. Le insté inmediatamente a que hablara de una buena vez, yo quería saberlo todo. Juanito no hablaba, sólo me miraba a los ojos fijamente con una mueca de disculpa, pensé en ese momento que tal vez quería dinero ¡Cómo podía haber sido tan tonta! No obtendría una versión verídica sin dinero. Le dije entonces lo que él esperaba escuchar: “¿Cuánto?”. Me respondió penoso, casi a modo de queja, con una ci

"La enfermedad" Alberto Barrera Tyzska

He leído la novela ganadora del premio Herralde 2006 “La Enfermedad” de Alberto Barrera Tyszka, así que les lanzo esta crítica, que no pretende ser especializada, cuidada, atinada. Parte entonces esta bloguera de tierras cumanesas, de un marco observador y lector muy particular, informal, relajado. *** Por casualidades de la vida la novela llegó a mi biblioteca pero yo nunca había osado leerla; ni siquiera agarrarla por el lomo, hurgar dentro de ella, ojear sus páginas. Vine a mi casa en Cumaná a pasar el fin de semana de la madre y no había traído nada qué leer, así que estaba la novela allí, invitándome. Fueron horas deliciosas de lectura puesto que la novela es verdaderamente corta y suave, su río argumental es liviano y sus constantes situaciones impiden el temido y común aburrimiento por parte del lector. El argumento es sencillo: un médico, Andrés Miranda, se enfrenta al terrible diagnóstico de la enfermedad terminal de su padre. A partir de esta funesta noticia el protagonis

Ventana- Otro cap.

Le pedí la dirección a Esteban, el portero de la noche; me la dio dubitativo, extendiendo la mano con desconfianza. Lo miré fijo a los ojos y le dije que necesitaba averiguar sobre unas personas que me estaban acosando. Luego de haberle soltado aquella información me sentí torpe, había revelado algo confidencial ¡Qué insensata! Manejé apresurada, no quería pensar en ellos, sólo observaba a los distintos transeúntes de aquellas calles sucias que vistos desde el lustroso cristal de la ventana del carro se me hacían ajenos. Quise entonces salirme de mi auto, ser ellos, seguir el camino de todos los seres desconocidos que por casualidad me tocaba ver. El sitio donde vivía Juanito era un barrio pobre alejado de la ciudad; los suburbios, a medida que el carro avanzaba, se hacían cada vez más deformes, de colores menos uniformes y la gente visible más numerosa. Ya había estado en sitios como aquellos, mi visita a los barrios no era la primera, mi pasado no había comenzado con el negocio pudi

EL ECLIPSE DE LA POESÍA

Comparto la idea que tienen algunos de despreciar el correo chatarra, las películas que desafían nuestra idiotez y los artículos amarillistas donde fotografías de escandalosos interfectos coronan una rudimentaria crónica de sucesos. Tal vez sean éstos formas loables de divertimento, instrumentos maravillosos que facilitan una catarsis en masa, productos del show bussines que nos reflejan lo que somos nosotros mismos. Pero independientemente de todas las bondades de las extra ligeras y morbosas formas de escape hay siniestramente una mecánica que nos propone un llamado de atención a lo que como cultura hemos elegido y ensalzado para divertirnos. Es tal vez conmovedor y triste ver cómo la juventud actual desprecia a la literatura y sobre todo a la poesía como forma expresión artística del lenguaje. Leer un poema es realmente un sacrilegio para unos muchos, más aún hacerles entender por la fuerza que la esencia de la poesía está dentro de nosotros mismos y que enriquece de alguna manera

continúa "la ventana" Ya casi es un policial

Escuché un sonido, unas voces diáfanas, cristalinas. Una mujer y hombre, evidentemente. Rieron. Yo supe con toda seguridad que eran ellos. Escuché mi nombre. A pesar de aquél miedo, me sentía hermosa en sus voces. Sabía que eran ellos, pero no importaba ya qué quisieran hacer de mí. Los sonidos de sus susurros eran celestiales, el sonar de la conversación hacía que todas mis terminaciones nerviosas se dispararan como cohetes artificiales. Estaba complacida. Me dormí plácidamente sin importar nada. A la mañana siguiente al salir al trabajo observé un sobre de papel artesanal que habían deslizado por la rendija de mi puerta. Lo tomé y busqué inmediatamente el remitente, no tenía. Lo abrí con avidez, presentía que tenía que ver con ellos. No había ninguna carta, ninguna hoja de papel, tan sólo dos fotografías tipo carnet de dos niños pequeños. Aquello me pareció muy extraño. Eran dos niños muy hermosos. Tan hermosos como ángeles. Me quedé mirando las fotos por un largo rato. Eran ellos.

Aquí estoy

En estos momentos, en todos los canales de televisión el ilustrísimo presidente Chávez, impone una perorata extensa, dicharachera, y me digo; Chávez ¿A quién engañas? ¿Crees que esos montones de rojos rojitos, que te celebran todas las "gracias" están allí por nada o por los billetitos que les pasas? ¿Crees que no sabemos, nosotros, aquellos que no se benefician con el petróleo a 120 $ (La mayoría del país), que has sido un incompetente? ¿Crees que no nos da rabia sentir miedo todo el tiempo, limitar nuestra vida, perder nuestra libertad porque el hampa está desbordada y no hay ley? No hay ley, no hay ley y ese esa la desgracia más grande. Ah, la otra es la siguiente ¡ Tú no te ocupas de que la haya!

Tercera entrega del cuento de la ventana

En la noche, ya muy tarde, advertí que alguien tiraba piedras pequeñas contra el cristal de la ventana de mi habitación, que daba hacia la calle. Por supuesto, una angustia muy grande me atravesó el pecho. La frecuencia de los golpes empezó siendo baja, en primera instancia, luego se fue haciendo progresivamente más numerosa, hasta llegar al punto de sostener una lluvia artificial de golpes. No sabía qué hacer. Por un momento pensé en llamar al portero pero dudé de mi cordura. Aquél evento era imposible. Mi edificio tenía una fortaleza prácticamente inquebrantable y yo no imaginaba cómo alguien había podido entrar en medio de la noche en el jardín para tirar piedras a mi ventana. El punto de referencia de la calle era también improbable puesto que mi ventana quedaba a una altura lo suficientemente alta como para impedir una frecuencia de golpes, y puntería, tan numerosa. Por tanto, incapacitada para hacer nada, me metí dentro de mi densa cobija y traté de lograr dos empresas verdadera

Continua "LA VENTANA" y sigue...

No quise decirme absolutamente nada luego de la visita, sencillamente me puse muy nerviosa. Fui hasta la cocina, tomé un vaso de agua fría y luego en el sofá traté de calmarme. Una vez relajada tomé el teléfono y llamé a Jonás, un buen y fiel amigo. Traté de comentarle la experiencia pero no sabía cómo explicarle las particulares características de los dos seres sin que él me tildara de idiota. Finalmente, omitiendo alguno que otro detalle, le solté la situación, advirtiendo que su reacción era de extrañeza y preocupación. Me dijo que debía decirle, de manera confidencial, cuánto dinero poseía. Yo no quería confesarle nada, puesto que aunque Jonás era un entrañable y fiel amigo, en aquellos momentos no confiaba en nadie. Sólo respondí a modo de broma que era la cantidad suficiente para atraer a presentables secuestradores. Rió nerviosamente y luego quiso que le confesara ciertas cosas de mi vida personal. Yo, como persona introvertida, solitaria y reservada, pocas veces tenía la dispos

La ventana (titulo tentativo de un cuento que no sé si voy a terminar)

Me mantengo unida a la ventana, no sé por qué razón pero cada cierto tiempo tengo que asomarme por ella. La sensación de sosiego me conmueve y a la vez me aterra. Creo que en cierta medida he desarrollado una extraña adicción visual, que me hace evadirme por unos instantes para luego hacerme recobrar el sentido de la realidad, sé quién soy pero la ventana me absorbe sin motivo. Hace un tiempo compré el periódico: noticias de terribles catástrofes, asesinatos, problemas sociales; me vi sola sin poder comentar aquellos sucesos impresos con nadie. No tenía razones en esos momentos para entristecerme, todo marchaba extrañamente bien. La temporada se estaba mostrando magnífica para el negocio, y yo era la máxima empleada, la dueña. Mi vida se hacía tranquila y eso para mí era algo extraordinario; los ajetreos y la socialización excesiva la verdad es que me irritaban. No era amiga de las temporadas “felices” en las que había que compartir todo el día, todos los días con la gente. Siempre

Mi día con los Oscar

Ayer enfermé, no fue algo terrible pero sí incómodo. Estuve mucho tiempo tratando de normalizar mi organismo, dejarlo en un estado de equilibrio, sin embargo, no cedían mis síntomas. Yo en el fondo estaba contenta porque quería descansar y no tener ningún tipo de pretexto para moverme; tumbarme en la cama sin hacer nada era en ese momento una delicia para mi ánimo. Llegó la tarde y somnolienta lo único que escuchaba era la voz de Chávez por la televisión; en algún momento, impreciso para mí ahora, levanté la cabeza y vi al comandante montado en un caballo blanco, trotando a paso lento en lo que para él (seguro) debía de haber sido el descendiente del equino de Bolívar. Luego desperté por completo y entré en Internet, sólo para darme cuenta de que ese día era la entrega de los Premios Oscar. Tuve entonces la curiosidad y el deseo de mirar todo el despliegue de glamour publicitario. Finalmente me quedé mirando inerte los premios porque, como ya he dicho antes, estaba enferma y no podía

Yo y de mí

Un sin fin de cosas. La vida es apasible, a veces. Siempre estoy esperando que algo malo ocurra cuando supuestamente todo lo que me ocurre es bueno ( o medianamente aceptable) ¿Por qué siempre he de ser tan pesimista? He de aprender a controlar mis emociones, a pensar que lo mejor es llegar a ser algún día un robot, a nunca equivocarme, a seguir por esa senda abierta de caminos mojados y dueños de alfombras de grama, la lluvia, la lluvia, la lluvia... Hoy la vida es apasible o tenue, la lluvia me gusta siempre acompañada de una taza de humeante café, pienso entonces en la suavidad de la brisa del mar, en la calma de no sentirse adolorido, en la maravilla de estar vivo: soy pesimista, y cada instante pienso en el terrible momento en que la calma se acabe, se esfume, en que todo se vaya dibilitando, envejeciendo (todos envejecemos, esa es la verdad) y ya. La vida apasible, la lluvia y la tasa de humeante café, sigo pensando entonces en eso y en que soy pesimista y en que inevitablemente

Porque soy una angustia...

Porque salir por aquí asusta, sobre todo de noche; las calles están desiertas y en el ambiente se respira el sudor del miedo a lo que no se sabe, a peligro, a lo real, a la violencia. Porque supongo que todos tememos por nuestra integridad y nos preguntamos qué pasó con ese país que a pesar de todo era distinto. Nunca quise ser pesimista, siempre pensé, desde niña y con esperanza, que el país sería diferente, que vendría alguien con buenas intensiones y lo arreglaría, lo trataría como a una propiedad conseguida con mucho esfuerzo: pero no. Nadie ha querido a este país y mucho menos aquellos que han tenido más poder. Todos quieren conseguir fortunas mal habidas, comodidades, respeto ¿Qué respeto se les puede tener a estos culpables? ¿Soy culpable yo? Y es que no sé calibrar realmente si de verdad hay una cuota de culpa en todos nosotros. Tal vez seamos llevados por un río que perversamente nos ha traído hasta aquí, tal vez el destino nos ha signado esta situación. No me siento de ningun

20 minutos

Tengo exactamente 20 minutos para hacer esta entrada, no tengo derecho a corregir, tengo permiso de escribir y escribir como cuando corro en una sabana grande, verde; se me antoja una pradera con florecitas de esas parecidas a una foto de windows Xp. Ya agoto el tiempo, y sé que se gasta, se va,son sólo veinte minutos que tengo y la verdad se me ocurre escribir del tiempo y de la frustración. Tal vez esté viendo todo de color gris, o azul pálido, pero el tiempo no sé si deprima, sólo sé que se gasta y se gasta. En algún lado escuché que el tiempo no era tan uniforme y hasta podía ser tangible, que estaba constituido de protones y no sé qué cosas más electrónicas ( y se gasta) y aquí no podemos saber si el tiempo de verdad es el tiempo ¿Y si no existiera dentro de los vocablos inventados en los idiomas? ¿Sí la gente viviera sin medidas? ¿Si no fuera necesario saber que nos ponemos viejos (y que se nos gasta), que nos vamos desmoronando, arrugando como una pasa, ajándonos, olvidando hast