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Mostrando las entradas de abril, 2011

36 semanas de embarazo

No quiero parecer de verdad una quejica pero tengo miedo. Mañana lunes 25 voy a cumplir 36 semanas de embarazo y estoy un poco asustada. Supongo que es normal. Esta semana santa, la he pasado como nadando en una carrera contra el tiempo, como en un río que va al revés y que tiene un color distinto, tal vez rosado con piedras amarillas. Es como estar así, en medio de un mundo alucinante, en un planeta distinto, en un país diferente, ir andando a través de las semanas que se acercan a la semana 40, y no saber qué te espera. Entonces estoy sentada la mayoría del tiempo, con poco aire para respirar, haciendo de manera automática y desesperada una tesis que no sé si llegue a terminar. Es una locura de varios días lo que me espera, tener que hacerlo todo antes de que nazca el bebé, tener que explicar la vida de Emilio Salgari a unos pequeños de 12 y tenerlo todo encima. La verdad estoy cansada, y mientras camino en ese planeta diferente, me adormezco porque estar todo el tiempo pensando en

Para esta semana Santa

Para los amantes del bolero y del amor!! Ya que alguna vez ( o eso espero) todos nos hemos enamorado, yo me acordé de esta canción más vieja que Matusalén, pero tan entrañable. Espero que sus motivos sean buenos y particulares, de eso se tratan los gustos ¿O no? Porque las motivaciones están regidas por los motivos (o gustos) y los castigos. Pero a nadie le gustan los castigos, así que quedémonos con los gustos, tan apropiados para esta época de vacaciones. Si tienen dos minutos escuchen la canción ¿Quién se acuerda de que existía? Aunque no me gusta Vicente Fernández, la canción es tan vieja que no encuentro ninguna buena versión, y para qué, al final canta bien el Vicente. Pincha aquí para ver el video

La necesidad de la poesía...

Quiero decir que ayer, sin razón alguna, he sentido la necesidad desesperada de buscar un libro y leer poesía. Tenía mis libros de la bibliotecas retrasados, pero no tanto, me fui hoy a la biblioteca del municipio de Salmanca (que es la que me queda más cerca de casa) y entregué la biografía de Erasmo escrita por Stefan Zweig para buscar libros de poesía. Como es de esperarse, en las bibliotecas municipales y del ayuntamiento de Madrid no hay Literatura Hispanoamericana, mucho menos contemporánea, alguna que otra antología y nada más. Respiré tres veces porque aún no me siento del todo montada en el autobús de la ebriedad gozosa de lo que hay en materia de poesía aquí y saqué a Rosalía de Castro, un libro que se llama En las orillas del Sar . No me gusta leerme las reseñas ni los estudios previos de un autor cuando leo por placer, así que me he metido en esta trayectoria de lectura tratando de profundizar, de verdad meterme, apagando todo aparato electrónico que exista en mi casa. Creo