Karlsruhe está hecha un congelador. Hace ya tres semanas empecé mi curso de alemán grado 0.0.0. y salgo a las 9. 00 pm. He comenzado (me siento muy orgullosa de decir esto) de no enterarme de absolutamente nada a enterarme de qué va la cosa, aunque la mayoría de la información la obtenga del contexto. Este contexto puede decirse que puede venir del guiño del ojo de la tía al tío, del pelo y aspecto de la persona que habla (Friquis, señoras respetables, viejos malhumorados, niñas en minifaldas), del clima y de los bebés. Como siempre ando con bebés, cuando alguien me habla y pone cara de ñoño, yo sé a qué se refieren y entonces, casi sin que me pregunten digo: achs monate (ocho meses). Entonces quedo muy bien porque esbozo una sonrisa de perrito que no ha roto un plato y me sonríen hasta que digo, Guten Tag (Buen día), y se acabó el asunto. A pesar de todo esto, salir con el bebé es algo para pensárselo. Hace mucho frío.
Ayer, por primera vez en mi vida, viví la experiencia se sentir que en mi cara se posaba una bandeja de acero inoxidable, vacía, que había estado metida en el congelador por lo menos dos años. Es algo así, pero es interesante, porque como he vivido en tierras tropicales, para mi -10 es un acontecimiento que me gustó vivir y para repetirlo, aunque suene suicida, salgo recurremente a la terraza en guardacamisa, con en fin no sé si de enfermarme o sencillamente vivir una vez más esa ignota sensación de ser un pedazo de carne que se congela y está vivo, afortunadamente. Recomiendo ampliamente esto a todos los que vivan en clima tropical y nunca hayan vivido esta experiencia, porque más que la nieve la sensación insoportable de entumecimiento es maravillosa de ser vivida, siempre cuando a solo 150 cm de ti, te separe una puerta, que tras ser cerrada, te haga sentir con sus 25 grados, a salvo.
Ayer, por primera vez en mi vida, viví la experiencia se sentir que en mi cara se posaba una bandeja de acero inoxidable, vacía, que había estado metida en el congelador por lo menos dos años. Es algo así, pero es interesante, porque como he vivido en tierras tropicales, para mi -10 es un acontecimiento que me gustó vivir y para repetirlo, aunque suene suicida, salgo recurremente a la terraza en guardacamisa, con en fin no sé si de enfermarme o sencillamente vivir una vez más esa ignota sensación de ser un pedazo de carne que se congela y está vivo, afortunadamente. Recomiendo ampliamente esto a todos los que vivan en clima tropical y nunca hayan vivido esta experiencia, porque más que la nieve la sensación insoportable de entumecimiento es maravillosa de ser vivida, siempre cuando a solo 150 cm de ti, te separe una puerta, que tras ser cerrada, te haga sentir con sus 25 grados, a salvo.
Comentarios
No quiero ni imaginar lo que debe ser ahí.
Besos.
Anoche me comentaban que en una zona de Alemania donde viven unos amigos, estaban a 20 bajo cero casi.
Tengo un montón de anécdotas sobre el frío allí y la sensación de casi faltar el aire al darte el primer golpe de aire, como si no pudieras respirar.
En cierto modo te hace sentir vivo ese momento.
Besos
Besos!!!