Ir al contenido principal

Para esta semana Santa


Para los amantes del bolero y del amor!!

Ya que alguna vez ( o eso espero) todos nos hemos enamorado, yo me acordé de esta canción más vieja que Matusalén, pero tan entrañable.

Espero que sus motivos sean buenos y particulares, de eso se tratan los gustos ¿O no?

Porque las motivaciones están regidas por los motivos (o gustos) y los castigos. Pero a nadie le gustan los castigos, así que quedémonos con los gustos, tan apropiados para esta época de vacaciones.

Si tienen dos minutos escuchen la canción ¿Quién se acuerda de que existía? Aunque no me gusta Vicente Fernández, la canción es tan vieja que no encuentro ninguna buena versión, y para qué, al final canta bien el Vicente.

Pincha aquí para ver el video

Comentarios

Andri Alba dijo…
No soy aquello que diga, qué bruuuuto qué amante del bolero eres, chata! Pero esta canción está buena.

Un saludo y muchas gracias por tu comentario Tarántula.

Andri
Miguel Baquero dijo…
Yo no conocía la canción pero me ha hecho gracia el pistolón que se gasta el hombre a la cintura
Amylois dijo…
No esta mal jejeje.

Andaaaaaaaaaaa que poquito te quedaaaa espero que todo vaya muy bien!!
Luego tranquila, a disfrutar de tu hijo y a comer que quedaras cansada.
Ya cuando el nene tenga unos 4 meses o dejes de darle pecho, pues te animas si quieres con la dieta.

Yo estoy haciendo la dieta Dukan, tan famosa!!
dietadukan.es

Entradas más populares de este blog

Normal

Me he estado preguntando últimamente qué es realmente ser normal. La campana de Gauss no pudo explicarme. Si yo soy normal (esto es un ejemplo) no puedo ser pureza normal porque ser pureza normal es estar metida en la barriga de la campana en todas las variables posibles que pueden definirme, entonces dudo que yo sea normal (esto es parte del mismo ejemplo). La normalidad, según mi humilde criterio, va de la mano del aburrimiento y el aburrimiento es lo más gris, uniforme y castigador que hay. Prefiero entonces no ser normal absolutamente; sin embargo, si tuviera que esperar a alguien que me haga compañía preferiría que lo fuera. La normalidad es predictiva, y en el fondo, aunque nos cueste aceptarlo, a nosotros, sí, también a mí (y aquí soy normal) no nos gusta sobresaltarnos con cosas anormales. Las cosas anormales causan incertidumbre y la incertidumbre continuada es una desdicha (al menos para la gente normal en este tema). Lo anormal tiene algo de divertido, desastroso y siniest

Mi crítica : "El guardián invisible" de Dolores Redondo

  No sé por dónde empezar; este libro ha sido la absoluta decepción del año junto con "Persona Normal" de Benito Taibo. Mi malestar empezó con los diálogos... Llegado un momento de la trama uno de los inspectores que hacen el séquito a la inspectora Salazar se lanza con una exposición de cita de libro sobre las leyendas vascas y sus criaturas ancestrales. La exposición, ausente de cohesión con el ritmo anterior de los diálogos, se me antojó un corte y pega de Wikipedia difícilmente catalogable ; penoso para ser este un libro leído y celebrado por tanta gente. Lo voy a decir y lo siento por los fans acérrimos de Dolores Redondo: Los diálogos son acartonados, impostados, manidos, faltos de fuerza y vivacidad, en algunos momentos me parecen absolutamente naivs propios de una parodia de lo que debe ser un libro policíaco, con búsqueda de asesino incluido. Pongo un ejemplo, por favor, para continuar con mi indignación; llegado el momento la inspectora sale a buscar a unos doctores

"El misterio de Salem's Lot"

  Amo los libros de terror, no los leo en la noche con la puerta entreabierta, con todo en silencio, me imagino que viene un ser horrible con ojos de muerto y se para en silencio en la puerta y yo me paralizo y no puedo ni gritar ni hablar del miedo, pero es lo que busco, qué le vamos a hacer. Este libro tiene como protagonista a Ben Mears, un escritor en sus 30 que por circunstancias de la vida había pasado una temporada en Jerusalem´s Lot cuando era niño. El caso es que Ben vuelve al pueblo tras una tragedia personal para escribir y recordar las experiencias de ese intenso verano en el que vivió un encuentro sobrenatural en la casa de los Marsten. Aquella casa abandonada había pertenecido a la familia Marsten, una pareja fallecida en espeluznantes circunstancias. Después de aquello, la casa fue ganando la fama de maldita y los niños hacían apuestas de valor a ver quién se atrevía a entrar y superar las posibles apariciones fantasmales que se encontraban dentro.  Ben de niño  lo hizo