Ir al contenido principal

Mi crítica : "El guardián invisible" de Dolores Redondo

 

El guardian invisible


No sé por dónde empezar; este libro ha sido la absoluta decepción del año junto con "Persona Normal" de Benito Taibo.
Mi malestar empezó con los diálogos...

Llegado un momento de la trama uno de los inspectores que hacen el séquito a la inspectora Salazar se lanza con una exposición de cita de libro sobre las leyendas vascas y sus criaturas ancestrales. La exposición, ausente de cohesión con el ritmo anterior de los diálogos, se me antojó un corte y pega de Wikipedia difícilmente catalogable ; penoso para ser este un libro leído y celebrado por tanta gente.

Lo voy a decir y lo siento por los fans acérrimos de Dolores Redondo: Los diálogos son acartonados, impostados, manidos, faltos de fuerza y vivacidad, en algunos momentos me parecen absolutamente naivs propios de una parodia de lo que debe ser un libro policíaco, con búsqueda de asesino incluido.

Pongo un ejemplo, por favor, para continuar con mi indignación; llegado el momento la inspectora sale a buscar a unos doctores que buscan osos y también analizan harinas, en ese orden de coherencia. Está citada con ellos porque lo importante no es encontrar al asesino, no, lo importante es encontrar un oso... Amaia Salazar se encuentra con la doctra Taschenko y, por favor, en caja de plata os presento ESTO:
---Me alegro de verla, inspectora Salazar--- dijo con su terrible acento---. Raúl está pidiendo en la barra, hemos decidido irnos esta noche, pero antes vamos a comer algo. Yo esperaba que usted nos acompaña ¿da?
Otro ejemplo de maestría es el siguiente:
La inspectora se encuentra cara a cara con su hermana en un momento de cumbre intensidad y esto es lo que le dice:
---Que soy mala...No, Flora, sólo hago mi trabajo, pero tú sí que eres mala.

Dado que empecé tan abruptamente por los diálogos debo admitir que voy a dar paso a mi molestia porque consideraba y estimaba el buen criterio de las personas (conocidos, claro) que me recomendaron este libro.

Yo creía que esta gente tenía muy buenos criterios a la hora de recomendar, pero va a ser que no...
De ahora no creo que pueda fiarme...

Pero continuaré hablando de este intento de novela negra porque eso es lo que es...
De aquí partimos con un problema, o mejor dicho, varios problemas; porque el argumento principal se centra en unos asesinatos de niñas menores y el inicio tengo que admitir que engancha, sin embargo, a medida que vamos avanzando nos vamos dando cuenta de varias cosas:
_Se mezclan peras con manzanas...asesinatos, científicos y fuerzas sobrenaturales de ninguna forma verosímiles y sostenidas por un ambiente que la inspectora Salazar intenta descifrar pero no descifra porque se pasa la novela escuchando voces y afrontando culebrones familiares, tomando cafés con leches y haciendo el amor con su marido perfecto, que le consiente todo y hace todo lo que ella dice. Si un detective se subordina y no vo va a trabajar ella, que es la jefa, no dice nada, lo acepta y lo termina llamando Fermincito, porfavorcito, serías tan amabilito de presentarte en tu oficinita...
Se repite unas 200 veces que estuvo en el FBI para justificar su brillantez, una genialidad de la que hace poca gala y " qué lista es la inspectora, qué maravilla"...sin embargo la hermana sabe ver mejor el asesino y descubre la verdad sin necesidad de equipo, doctores, osos y fantasmas sobrenaturales.

La investigación policial carece de intensidad, de desarrollo, de verosimilitud de entrega...

Lo que no me explico es cómo un libro de este tipo de calidad puede llegar a ser tan celebrado y admirado por tantos...

Soy extraterrestre...es evidente...
El final y muchos diálogos son una parodia de CSI y la profundidad del libro está ...no está.
No lo recomiendo... No voy a desperdiciar mi tiempo leyendo ninguna saga ni leches.
Voy a mencionar una sola cosa buena:
El ambiente, la lluvia, las descripciones de cómo es Elizondo y el bosque de Batzán.
Chao

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Normal

Me he estado preguntando últimamente qué es realmente ser normal. La campana de Gauss no pudo explicarme. Si yo soy normal (esto es un ejemplo) no puedo ser pureza normal porque ser pureza normal es estar metida en la barriga de la campana en todas las variables posibles que pueden definirme, entonces dudo que yo sea normal (esto es parte del mismo ejemplo). La normalidad, según mi humilde criterio, va de la mano del aburrimiento y el aburrimiento es lo más gris, uniforme y castigador que hay. Prefiero entonces no ser normal absolutamente; sin embargo, si tuviera que esperar a alguien que me haga compañía preferiría que lo fuera. La normalidad es predictiva, y en el fondo, aunque nos cueste aceptarlo, a nosotros, sí, también a mí (y aquí soy normal) no nos gusta sobresaltarnos con cosas anormales. Las cosas anormales causan incertidumbre y la incertidumbre continuada es una desdicha (al menos para la gente normal en este tema). Lo anormal tiene algo de divertido, desastroso y siniest

"El misterio de Salem's Lot"

  Amo los libros de terror, no los leo en la noche con la puerta entreabierta, con todo en silencio, me imagino que viene un ser horrible con ojos de muerto y se para en silencio en la puerta y yo me paralizo y no puedo ni gritar ni hablar del miedo, pero es lo que busco, qué le vamos a hacer. Este libro tiene como protagonista a Ben Mears, un escritor en sus 30 que por circunstancias de la vida había pasado una temporada en Jerusalem´s Lot cuando era niño. El caso es que Ben vuelve al pueblo tras una tragedia personal para escribir y recordar las experiencias de ese intenso verano en el que vivió un encuentro sobrenatural en la casa de los Marsten. Aquella casa abandonada había pertenecido a la familia Marsten, una pareja fallecida en espeluznantes circunstancias. Después de aquello, la casa fue ganando la fama de maldita y los niños hacían apuestas de valor a ver quién se atrevía a entrar y superar las posibles apariciones fantasmales que se encontraban dentro.  Ben de niño  lo hizo