Tal vez no tenga mucha coherencia este título, en realidad,
las contradicciones imposibles y las inverosimilitudes que creo nos tragamos
todos los días diciendo amén son tantas que valga este título bien como una
misa o como nuestra filosofía de vida.
Siento un poco de pesar por el tiempo que perdí en mi
juventud, no sé si esto lo siente todo el mundo (seguro que sí), pero hace unos
cuantos años, desde que cumplí la maravillosa cifra de los 30, empecé a darme
cuenta de todo el tiempo valioso que había malgastado malamente durante mi
vida. Recordé con rabia a aquellas personas que me habían hecho perderlo,
sintiendo unas ganas tremendas de coger un avión para zarandearles y darles bofetadas.
No, ellos no tenían la culpa, me decía después, la culpa la tenía yo misma que permitía
situaciones de estupidez infinitas y las dejaba infiltrar en mi vida hasta un
punto tan extremo, que finalmente, desde la perspectiva del recuerdo, solo me
dejaban la amarga sensación de magia, sí, esa magia que hizo que yo
llegara a esta edad sin haber hecho lo
contrario, es decir, aprovechar el die Zeit (tiempo en alemán).
Entonces, la inverosimilitud, la culpa, la vergüenza propia,
de haberme visto en medio de situaciones tan ridículas, tan idiotas, habiendo
malgastado mis horas de una manera tan absurda ¿eso es posible?, sí, zapatos descalzos en el invierno gris del verano,
y la contradicción propia, cabalgando la marea de mis indecisiones y mis horas
inútiles de televisión.
Hasta que en un momento de mi
vida, que seguramente seguía a una frustración, me di cuenta de que habían
cosas que no había hecho bien, no, había cosas que tenía que cambiar, y esas
cosas empezaban por dejar de malgastar el tiempo perdido, conociendo primeramente
qué era tiempo perdido y qué no. Allí entonces se concentraron mis reflexiones
y después de muchos vaivenes llegué a la conclusión de que tiempo perdido lo
seguiría siendo si seguía lamentándome de todo aquello, porque, la vida continúa
¿O no es verdad? Y de allí la pregunta
obligada, ¿Hay algún momento en el que se determine que es demasiado tarde o
temprano para perder el tiempo?
Y seguí reflexionando, pero esa es
otra historia, que ahora no quiero contar.
Comentarios
Quizás en aquel tiempo no podía hacer otra cosa.
No te lamentes por el pasado y mira hacia adelante.
Besos.
Besos
Lo que realmente sirve es: parase, observar, meditar, tomar consciencia y rectificar.
Besos con buen ZEIT