tengo ya dos meses en el curso de integración de alemán y la verdad no he tenido tiempo casi ni de respirar. El niño, mi hijo Nicolás, se enfermó de un virus made in guardería y estuve 15 días cuidándolo, hasta que caí yo enferma y ya aquello fue el caos y la falta de manos y brazos y la voluntad para darle la comida y esas cosas cotidianas, que parecen fáciles porque uno cree que están allí por antonomasia, pero no, no están allí, las tiene uno que fabricar y emplear tiempo y aburrimiento en ellas.
Mi vida realmente es prácticamente una luz muy débil que titila y hace tic, tic, tic, de vez en cuando. Retirada de la vida pública, sin llamar a los amigos, sin hacer nuevos amigos tampoco, porque no sé, me siento cansada para mantener conversaciones en alemán, que la mayoría de las veces solo están basadas en el muchas veces forsozo papel de ser simpático. No estoy mal así, pero sé que lo que pasa es que no he tenido en estos momentos de mi vida un problema muy grave. Pero es que me siento cansada.
Había hablado antes de la rusa que estudiaba conmigo que pensaba que era... pues, la verdad, una vez la vi en la calle con un hombre mucho mayor y su hijo. Supongo se ha casado con un viejo y liga a diestra y siniestra con quien se le ponga por delante, lo sigue haciendo de manera incluso vergonzosa. Digamos que ha cambiado el campo de juego pero la esencia del deporte es el mismo.
y bueno, después de un mes sin escribir, casi habiendo decidido no venir más por aquí, me decido a seguir, no sé si para tener un registro con el cual distraerme en mis futuros años maduros, un registro que enseñaré a mis nietos o sobrinos, si alguna vez los llego a tener.
La verdad de los registros, según Freud, es el Super Yo del pasado, allí está lo que escribiste hace 10 años, o dos, intacto, allí el está el espejo de tu cerebro hace mucho tiempo, en ese espejo no te reconoces, pero lo hueles como tuyo, te complace, te averguenza, pero en definitiva, te ayuda a reencontrarte contigo mismo.
Beijos.
Mi vida realmente es prácticamente una luz muy débil que titila y hace tic, tic, tic, de vez en cuando. Retirada de la vida pública, sin llamar a los amigos, sin hacer nuevos amigos tampoco, porque no sé, me siento cansada para mantener conversaciones en alemán, que la mayoría de las veces solo están basadas en el muchas veces forsozo papel de ser simpático. No estoy mal así, pero sé que lo que pasa es que no he tenido en estos momentos de mi vida un problema muy grave. Pero es que me siento cansada.
Había hablado antes de la rusa que estudiaba conmigo que pensaba que era... pues, la verdad, una vez la vi en la calle con un hombre mucho mayor y su hijo. Supongo se ha casado con un viejo y liga a diestra y siniestra con quien se le ponga por delante, lo sigue haciendo de manera incluso vergonzosa. Digamos que ha cambiado el campo de juego pero la esencia del deporte es el mismo.
y bueno, después de un mes sin escribir, casi habiendo decidido no venir más por aquí, me decido a seguir, no sé si para tener un registro con el cual distraerme en mis futuros años maduros, un registro que enseñaré a mis nietos o sobrinos, si alguna vez los llego a tener.
La verdad de los registros, según Freud, es el Super Yo del pasado, allí está lo que escribiste hace 10 años, o dos, intacto, allí el está el espejo de tu cerebro hace mucho tiempo, en ese espejo no te reconoces, pero lo hueles como tuyo, te complace, te averguenza, pero en definitiva, te ayuda a reencontrarte contigo mismo.
Beijos.
Comentarios
Súfrelo, disfrútalo... vívelo... Y no dejes de escribir, que es una forma de saber de ti. Los quiero. Besos. Dios te bendiga siempre.
Haces muy bien en continuar con tu blog, al ritmo que puedas. Te sirve como espejo, para aprender más de ti misma, como desahogo, como vehículo para conectarte con hispano parlantes.
ánimo, mucho ánimo y fuerza.
Besos