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Mi motivación

Hace algunas semanas un periodista contactó a mi marido porque estaba haciendo un reportaje sobre los españoles o gente del sur que vienen a trabajar a Alemania. Mi marido gustoso aceptó hacer la entrevista pero luego el periodista pensó que sería también interesante si se me incluía a mí. Raúl me preguntó si me interesaba y la verdad es que pensé que era una oportunidad más para practicar mi inglés.
El martes pasado quedamos entonces en una cervería muy acogedora que queda (las paredes son de cristal y tiene ramas de un árbol con hojas pegadas a las paredes de cristal)  al lado de mi casa. Nos tomamos un café y acto seguido el periodista empezó a hacer preguntas del estilo: ¿Por qué han venido a vivir a Alemania? ¿Cómo ha sido el proceso de adaptación? ¿Se han cumplido las expectativas que esperaban? ¿Cuáles son sus planes a futuro? 
Ante esta última pregunta me quedé un poco insegura, no sabiendo qué contestar. No me siento mal aquí, pero la verdad es que el no hablar la lengua me  pone mis metas en un espacio futuro un poco incierto. Hemos descubierto que aquí en los cursos de integración, si tienes un bebé, pueden cuidártelo mientras estás en las clases, eso es una maravillosa noticia teniendo en cuenta que yo no pensaba que esa posibilidad existiese.

Pero sigo insegura, quiero ser optimista pero no sé cómo, no me siento avanzar como es debido. Yo sigo estudiando lo que puedo, escuchando y la verdad, a medida que pasa el tiempo, vas metiéndote en la lengua poco a poco (CON EL ALEMÁN Muy poco a poco). Pero no sé qué hacer en mi futuro. Tal vez ando un poco perdida. Cuando estudié mi carrera y me gradué con un excelete promedio, desde el inicio tenía claro qué era lo que quería y la verdad pasé cinco años estudiando y mirando el pénsum de estudios porque yo solo quería escalar materias y pasar de un semestre a otro para finalmente terminar con aquello y con buenas notas.
Ahora no sé muy bien lo que quiero y creo que eso se debe a que veo inviable mis metas dadas mis circunstancias. ¿Qué es mejor? : Ser optimista engañado o un pesimista bien informado, con las probabilidades en la mano. Creo que el haber estado en España me hizo dejar de creer en mis sueños.

Chau!

Comentarios

Winnie dijo…
Sin duda hay que intentar ser POSITIVO ante la REALIDAD. Mentirnos de nada sirve ¿no? Un abrazo y ánimo con ello
TORO SALVAJE dijo…
Son malos tiempos para el optimismo a no ser que quieras autoengañarte.
Mi consejo es que siempre hay que estar correctamente informado.
Aquí en España si en vez de optimistas descerebrados nos hubieran gobernado gente sensata y centrada no tendríamos la descomunal crisis que tenemos ahora.
Lo de ser positivo, optimista,etc. está bien siempre que sea realista.

Besos.
Susana dijo…
Yo creo que si consigues dominar el alemán podrás progresar en tu carrera probablemente mejor en Alemania que aquí en España. Date tiempo. Un beso.
camino roque dijo…
dejar de creer en los sueños es lo más habitual. en todos los ámbitos y lugares.
un equilibrio anímico es lo suyo, un ojo arriba, ensoñador, y otro en el camino, para no darse de bruces contra el suelo. como en la fábula de los tres hermanos de silvio rodríguez, vamos.
Mista Vilteka dijo…
Pues te digo, es bien difícil esa experiencia pero también enriquecedora. Y con los alemanes, que tienen otra cultura, ni qué decir. Y el alemán, la lengua, tomará mucho tiempo. Yo todavía me pierdo y peor entre dialectos. Aún recuerdo la confusión con Zwo cuando yo había aprendido Zwei. Pero el tiempo, que es sabio y carga su hacha, me fue metiendo de a pocos, entre rendijas, en ese mundo que es estar en otra lengua, en otro mundo, en otra cosa. Me tomó varios meses sentirme cómodo pero al final se logró. Hay que decir que en un estado con dinero como el alemán, y pasaría lo mismo en Finlandia o Austria, es muy fácil confundir o pretender confundir la felicidad con la comodidad, yo creo que todos los latinos, españoles, o mejor, los latinizados, sacrificamos mucho de esas sonrisas y soles, por estados más cómodos y de mayor seguridad. Y está bien. Tiene un montón de ventajas y otro montón de cosas aburridoras y deprimentes. Pero ya verás. Lo primero, buscar relaciones con gente que lo entienda a uno. No tienen que ser del mismo país -aunque aveces se necesita ese oxígeno- pero sí otros que vivan una experiencia similar. Yo me di a la tarea y encontré unos cuantos que me sirvieron de mucho apoyo para pasarla bien y para quejarme mucho pero requetemucho. Y con el idioma, no te rindas. Ya lo aprenderás. Son esas cosas como de llenar la nevera con agua de un gotero. Pero al final, se hace.

Oye, cualquier cosa que necesites, así sea para darle vueltas a un árbol por horas, te dejo mi correo. Es alephoric de gmail.

¡Un abrazo!

F.

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