Yo pienso en Marcos. Pienso en Marcos, repito. Y pienso en su soledad, entonces me imagino a mí misma frente a la computadora escribiendo algo sobre Marcos y no puedo seguir escribiendo nada, porque en mi imagen de él, él me parece soso, incongruente, indigno de ser retratado a través de mis letras. Yo, pienso más aún en mí, me detesto porque Marcos me detesta porque no puedo escribirlo. No puedo hacerlo hablar. Entonces me siento como una cruel asesina, sólo en ese preciso instante soy la pobre imbécil que antes dije que era, pero en realidad no lo creía cuando lo dije, porque en serio yo solo quería impresionarlos a ustedes que me leen e imaginan que siento un fracaso muy grande porque no puedo escribir nada de Marcos, viejo viril psicológicamente pero absurdamente chueco físicamente; Marcos, viejo solo, no puedo escribirte.
Al menos supongo entenderán cómo me siento, sabiendo que soy una pobre imbécil con anhelos. No hay nada más triste que ser una imbécil con anhelos. Porque ser pobre imbécil sin desear ser nada es maravilloso, es la mejor bendición que le puede ocurrir a cualquiera. Una persona es nadie y no desea ser alguien. Una persona es imbécil y no quiere ser distinta. Una persona es quien es y está orgullosa de serlo. Volviendo a Marcos mi anhelo principal en la vida es escribirlo, hacer una magnífica novela sobre él. Marcos un viejo solo sin amigos, que ha perdido paulatinamente a todos, mira sus rostros, y no los recuerda, mira su vida y se siente más patético, miro a Marcos y me miro a mí, soy un patético personaje, debería en vez de escribir sobre Marcos escribir sobre mí, la pobre imbécil, este hermoso nombre con apellido que yo me he auto impuesto heroicamente, justamente.
Al menos supongo entenderán cómo me siento, sabiendo que soy una pobre imbécil con anhelos. No hay nada más triste que ser una imbécil con anhelos. Porque ser pobre imbécil sin desear ser nada es maravilloso, es la mejor bendición que le puede ocurrir a cualquiera. Una persona es nadie y no desea ser alguien. Una persona es imbécil y no quiere ser distinta. Una persona es quien es y está orgullosa de serlo. Volviendo a Marcos mi anhelo principal en la vida es escribirlo, hacer una magnífica novela sobre él. Marcos un viejo solo sin amigos, que ha perdido paulatinamente a todos, mira sus rostros, y no los recuerda, mira su vida y se siente más patético, miro a Marcos y me miro a mí, soy un patético personaje, debería en vez de escribir sobre Marcos escribir sobre mí, la pobre imbécil, este hermoso nombre con apellido que yo me he auto impuesto heroicamente, justamente.
Comentarios
Será no tanto sobre qué sino el estilo, y ese le tienes.