Ir al contenido principal

Jugando a los dados

El azar es el comienzo, ningún comienzo deja de ser azar, aquél que pareciera ha existido siempre, incluso desde antes del nacimiento, se materializa a manera de circunstancia en azar. Ese encuentro fortuito, esa mirada que se capta y es interpretada, ese juego de la seducción que se transforma en un estímulo que desencadena el sentimiento amoroso de ese receptor. El azar progresa, hace que esos dos cuerpos se interesen, conecten, comulguen; empiecen a compartir un modo de relación más estrecha, que se vuelve finalmente íntima. Entonces, en este caso (porque estoy usando esto como una nota de ejemplo y lo utilizaré para otros fines literarios) el azar es negativo. Estaba predestinado aquél encuentro, aquella mirada primigenia a fracasar, sea por las razones que sean. Viene la decadencia, los árboles se encojen, el cielo, todo el color que tiene el mundo, y se produce la forzada ausencia. Se ha acabado, hay que empezar el duelo en todas sus etapas. Allí, en medio de ese duelo, con esa resignación tan grande y obscena hay que sobrevivir y el hombre como es dócil, imbécil en el fondo, trata de recuperarse. Y así se desarrolla aquella historia amorosa. Aquél estado que fue iniciado por el azar: se tiraron los dados, fue un juego de probabilidades y redes interconectadas por coeficientes de correlación. Esa es la vida en términos estadísticos y ese, no escapa a la estadística y porqué había de hacerlo, es el amor.
Entonces concluyo que el amor es matemática, estadística, probabilidad y dados. En un principio, claro, en un principio.

Comentarios

Yo creo (bah, estoy convencidísima) que la vida, el destino o como le quieras llamar, tiene secretos que nunca nos revela. No por crueldad sino por precaución: ¿cómo sería de aburrida o de trágica la vida, si todos pudiéramos adivinar lo que vendrá?
Hay señales, claro. Y hay que seguir las señales. Pero sabiendo que existe una fuerza superior (dios o no) que nos mira de arriba y sonríe con benevolencia.
GEORGIA dijo…
navegando encontre este blog, me resulto muy interesante

saludos

Georgia

http://poesia-en-georgia.blogspot.com
Arcángel:

El azar es divertido para mí, a veces tratamos de predecir las conductas, incluso las situaciones , eso lo hacen los psicólogos, pero los psicólogos, incluso ellos, están resignados a que la mente humana no pueda predecirse.

Se trata, pero creo que el destino y Dios, sólo ellos, tienen las respuestas.

Un besito para ti, mi talentosa amiga Gilda.

Georgia: Besitos y gracias por el cumplido, ya pasaré por allí.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sirena Varada dijo…
María Inés, tienes razón en lo de las matemáticas. Me recordó una escena de la película “21 gramos” en la que Paul, un profesor de matemáticas, le explica a su amante que hay un número oculto en cada acto de la vida y en cada aspecto del universo y la cantidad de combinaciones que son necesarias para que dos personas se encuentren.

“los números son una puerta para entender un misterio que es mayor que nosotros. El modo en que dos personas desconocidas llegan a conocerse. Hay un poema de un escritor venezolano que empieza":

La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros
hasta juntarnos por fin en este sueño
¡Qué hermosoooooo!

Eugenio Montejo, murió hace poco, un mes a lo sumo. Deberías leerlo entero, es el mejor poeta de Venezuela. Te lo juro.
Leonardo Melero dijo…
Concuerdo contigo Tarántula: "MONTEJO VIVE", Milan Kundera nos decía que la vida tenía esas co-incidencias, que hacían que las cosas pasaran, esos sucesos que incidían de manera mutua. Además de señalarnos que lo que no se repetía es como si no hubiese pasado.
Tu texto me hizo recordar dos cosas el poema "La gitana" (ubícalo en Subterráneo" y la canción de Ilan Chester: "El Destino".
Un beso con mi alegría porque estás bien.
Por siempre.
Leonardo.
La Gata Insomne dijo…
hola amiga
yo más que en el azar, creo en algo así como las sncronicidades, en algo mucho mas grande que el destino, las estadísticas y cualquier ciencia, y no veo un azar como negativo porque una relación se rompa, porque realmente imagino que en la vida las relaciones pueden ser como vectores (para seguir en las ciencias) que se acompañan y se separan o se cruzan, pero de alguna manera dejan algo, aunque haya implícita una pérdida y un duelo

Será que soy una romántica?? o que no entiendo de números??
ya me contarás, un beso
Hola gata, es que puede verse de los dos modos, lo que pasa es que tengo días pensando en algo para escribir, y quiero enfocarlo en un azar negativo.

Y sí, a veces hay que perder para sentirse vivo e intentar hacer que se presente el reto de seguir ganando. Yo soy una super romántica, pero pienso que a veces el amor es triste e injusto. Sin embargo , dije que el azar era el comienzo, pero el resto es lo que hace cada quien una vez se presenta la oportunidad propiciada por el azar.


Las matemáticas cuentan, todo lo que hacemos al final se registra a manera de dato y termina siendo estadística. Las estadísticas predicen, pero no se puede predecir todo.
Allí siempre está el azar: el azar es divertido.
Ophir Alviárez dijo…
Ay, Ma. Inés, a mí hoy hasta la palabra estadística me da alergia, más aún el azar. Yo me inclino hacia el lado de la Gata, no sé si sea una casualidad o sencillamente la causalidad que se dió para que se produjera esa mirada en el momento justo y en el sitio justo...pero...si me remito a los hechos, un ángel que me guarda siempre me repite que venía tras de mí desde hace siglos, así que me rindo, no sé lo que sea, pero hay algo -en el allá arribota, quizá- que se encarga de empujarnos para que nos atrevamos a bailar.

Hay que sobrevivir, sí, de eso no quiero la duda.

Un abrazo.

Ophir
Linus Lowell dijo…
Entre tantos azares somos quienes decidimos donde está el principio y donde está el punto final. Dependiendo de nuestro interés podemos decidir que la historia empieza con ese encuentro fortuito y acaba con la decadencia; pero ¿y si empezáramos la historia por la decadencia y la acabáramos en ese encuentro fortuito?

Quizás estamos rodeados de un montón de azares que solo tienen el sentido que nosotros le damos.
El Diablo Des. dijo…
A ver, el azar, creo que esta presente no solo al iniciar sino también durante y al final. No se en que medida o si cambie su porcentaje, es el verdadero Dios, es omnipresente.

Para mi se puede reducir a una partida de póquer. Siempre hay posibilidades de ganar una mano aún con malas cartas porque influyen varias fuerzas que pelean entre si. Esta el siempre presente azar peleando mano a mano contra la estadística y de la nada entra al combate la pericia del jugador.

Después tenemos la idea de ser los arquitectos de nuestro propio destino. Cosa que también comparto, pero seguro se debe tomar en cuenta el azar, aun al construir nuestro camino.
Ophir: Determinismo, creo que es el conjunto de probabilidades que finalmente terminan concluyéndose en una consecuencia mágica. Yo no tengo ninguna casualidad, sin embargo espero que aparezca. A veces las faltas de sorpresas constituyen el inicio de un aburrimiento mortal.

Linus:

Creo que me quedo con tu última frase, estoy convencida que el azar puede tener colores distintos dependiendo de nuestra perspectiva, por eso consitituye, según mi opínión, un inicio , solo un inicio.
diablo:

QUé quieres que te diga?

Pues que es correcta tu apreciación. Y vuelvo a las estadísticas ¿Se puede calcular la probabilidad de una escalera real? Y si no te toca ¿Cuántas probabilidades tienes de ganar con circunstancias adversas?

Si te ha tocado una mala carta ¿Puedes ganar la partida?

No sé
las personas son un saco de incertidumbres. EL corazón, la voluntad, la voluntad...buen punto.
Atinadas palabras para una hermosa idea, Inés.
Curiosamente, también estoy escribiendo sobre el azar.
No sólo el amor es probabilidad y dados, sino toda nuestra vida; si bien es cierto que el amor, para bien o para mal, suele ser lo más importante de nuestras vidas. Pero entiendo que esto es así sólo a modo de imagen. Un cerebro bien amueblado como el de Einstein lo dijo: Dios no juega a los dados. Cuestión distinta es que comprendamos el juego.
Un saludo.
Humanoide dijo…
La única frase que viene a mi mente cuando pienso en el azar es:

Dios no juega a los dados.

Creo que el azar no existe. Sencillamente los humanos entienden por azar un orden que no alcanzan a entender.
La Gata Insomne dijo…
Amiga este es un gran post!!!
ha dado mucho de sí

yo quiero unos dados que me sorprendan para bien

lo necesito

besos
El Titán dijo…
El azar es la forma que usa el hombre para negar lo que no entiende...
John Narváez dijo…
Aprovecho que tu vives cerca del sitio para preguntarte: ¿la casa de Ramos Sucre abre en horario normal durante estos meses? Me han dicho que el suyo es algo irregular, y no querría hacer el viaje en vano.

Saludos
John Narváez dijo…
Gracias por tu amabilidad...

Estuve allá, solo, vagabundeando, e intenté sin éxito sobornar al vigilante un sábado, cerrada la casa.

También la iglesia de Santa Inés, sita en frente, estaba cerrada. Igual, más abajo, la catedral.

Saludos

Entradas más populares de este blog

Normal

Me he estado preguntando últimamente qué es realmente ser normal. La campana de Gauss no pudo explicarme. Si yo soy normal (esto es un ejemplo) no puedo ser pureza normal porque ser pureza normal es estar metida en la barriga de la campana en todas las variables posibles que pueden definirme, entonces dudo que yo sea normal (esto es parte del mismo ejemplo). La normalidad, según mi humilde criterio, va de la mano del aburrimiento y el aburrimiento es lo más gris, uniforme y castigador que hay. Prefiero entonces no ser normal absolutamente; sin embargo, si tuviera que esperar a alguien que me haga compañía preferiría que lo fuera. La normalidad es predictiva, y en el fondo, aunque nos cueste aceptarlo, a nosotros, sí, también a mí (y aquí soy normal) no nos gusta sobresaltarnos con cosas anormales. Las cosas anormales causan incertidumbre y la incertidumbre continuada es una desdicha (al menos para la gente normal en este tema). Lo anormal tiene algo de divertido, desastroso y siniest

Mi crítica : "El guardián invisible" de Dolores Redondo

  No sé por dónde empezar; este libro ha sido la absoluta decepción del año junto con "Persona Normal" de Benito Taibo. Mi malestar empezó con los diálogos... Llegado un momento de la trama uno de los inspectores que hacen el séquito a la inspectora Salazar se lanza con una exposición de cita de libro sobre las leyendas vascas y sus criaturas ancestrales. La exposición, ausente de cohesión con el ritmo anterior de los diálogos, se me antojó un corte y pega de Wikipedia difícilmente catalogable ; penoso para ser este un libro leído y celebrado por tanta gente. Lo voy a decir y lo siento por los fans acérrimos de Dolores Redondo: Los diálogos son acartonados, impostados, manidos, faltos de fuerza y vivacidad, en algunos momentos me parecen absolutamente naivs propios de una parodia de lo que debe ser un libro policíaco, con búsqueda de asesino incluido. Pongo un ejemplo, por favor, para continuar con mi indignación; llegado el momento la inspectora sale a buscar a unos doctores

"El misterio de Salem's Lot"

  Amo los libros de terror, no los leo en la noche con la puerta entreabierta, con todo en silencio, me imagino que viene un ser horrible con ojos de muerto y se para en silencio en la puerta y yo me paralizo y no puedo ni gritar ni hablar del miedo, pero es lo que busco, qué le vamos a hacer. Este libro tiene como protagonista a Ben Mears, un escritor en sus 30 que por circunstancias de la vida había pasado una temporada en Jerusalem´s Lot cuando era niño. El caso es que Ben vuelve al pueblo tras una tragedia personal para escribir y recordar las experiencias de ese intenso verano en el que vivió un encuentro sobrenatural en la casa de los Marsten. Aquella casa abandonada había pertenecido a la familia Marsten, una pareja fallecida en espeluznantes circunstancias. Después de aquello, la casa fue ganando la fama de maldita y los niños hacían apuestas de valor a ver quién se atrevía a entrar y superar las posibles apariciones fantasmales que se encontraban dentro.  Ben de niño  lo hizo