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20 minutos

Tengo exactamente 20 minutos para hacer esta entrada, no tengo derecho a corregir, tengo permiso de escribir y escribir como cuando corro en una sabana grande, verde; se me antoja una pradera con florecitas de esas parecidas a una foto de windows Xp.

Ya agoto el tiempo, y sé que se gasta, se va,son sólo veinte minutos que tengo y la verdad se me ocurre escribir del tiempo y de la frustración. Tal vez esté viendo todo de color gris, o azul pálido, pero el tiempo no sé si deprima, sólo sé que se gasta y se gasta.

En algún lado escuché que el tiempo no era tan uniforme y hasta podía ser tangible, que estaba constituido de protones y no sé qué cosas más electrónicas ( y se gasta) y aquí no podemos saber si el tiempo de verdad es el tiempo ¿Y si no existiera dentro de los vocablos inventados en los idiomas? ¿Sí la gente viviera sin medidas? ¿Si no fuera necesario saber que nos ponemos viejos (y que se nos gasta), que nos vamos desmoronando, arrugando como una pasa, ajándonos, olvidando hasta que pasados cientos de años no seamos ni siquiera un recuerdo.

Cuando leo un libro; cuando leo un poema y siento el vibrar de su ritmo, el repiqueteo de sus sonoras expansiones, siento, sólo entonces que el tiempo se detiene, que el minuto no pasa, que ya no hay partículas eléctricas, ni vejez, ni siquiera vida humana, en el ritmo de la poesía siento algo cósmico, universal, tal vez conectado al supremo origen, tal vez conectado al sentido de la existencia del hombre.

Comentarios

has pensado cómo tratamos al tiempo como algo que se gasta? las "metáforas de la vida cotidiana", un buen libro en el que se estudian estos "juegos" que hacemos con el lenguaje.

saludos!
Anónimo dijo…
El tiempo nos agota, hemos de sobrevivir al segundo que nos asedia. Ser conscientes de lo hermoso del momento. Lo efímero es parte de nosotros. Puede que algún día seamos eternos y no nos preocupe el paso del tiempo, si es que este invento continúa. O puede que el tiempo termine con nosotros.

Besos y ánimo
Noemí Pastor dijo…
Agradezco tus veinte minutos de corazón, porque son valiosos.
Anónimo dijo…
Hemos vuelto del norte argentino que es tan pero tan bello, empezaré a ponerme al dia con tus llindos escritos y nos cruzamos;

Despues veo de mostrarte esas fotos, por el momento confortate sabiendo que no puedes perderte de ir a esos paisajes
Ya me gustaría detener así el tiempo, con esas palabras, y aprovechar veinte escasísimos minutos.
Saludos.
nocheoscura dijo…
Supongo que simplemente estamos de paso. Y sí el tiempo se gasta, se esfuma, se escurre aunque nosotros no queramos. Creo que no se puede disfrutar del tiempo, si acaso se puede disfrutar de la vida.
Ava G. dijo…
el tiempo no importa. lo que importa es lo que puedas llegar a decir. y has logrado transmitir mucho en 20 minutos.

besos!



p.d.: cómo vas con tu nueva vida?
Qué buena reflexión. Sería bueno tener la experiencia de una vida sin medida, me llama poderosamente la atención la posibilidad de algo así. Saludos.
La Gata Insomne dijo…
Pues te rindieron bien.
me pasa lo que a ti con la poesía y el flamenco
Ophir Alviárez dijo…
Pues vive esa sensibilidad y crea, recréate en la poesía, en las letras. Puedo comprenderte, pasa algo parecido en mi rincón

Abrazo de 2008,

OA
Anónimo dijo…
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L. dijo…
Pasaría lo mismo que si viviéramos sin medir la longitud, el espacio o la capacidad. Sería imposible. Personalmente considero que la mejor manera de "aprovechar" el tiempo es conocerlo.
MAR dijo…
CADA MINUTO SE PUEDE MEDIR DE TANTAS DISTINTAS MANERAS, SEGUN SEA LO QUE ESTAMOS VIVIENDO.
BESITOS
MAR
Anónimo dijo…
Querida María Inés:

Sentí la agonía de tus minutos y, te digo, me gustó. Hasta se me ocurre que sería interesantísimo hacer una serie de textos enmarcados en esos veinte minutos de los cibercafés.

Te dejo un abrazo y la constancia de mi lectura cotidiana.

Natasha
Javier Puche dijo…
Me gusta tu blog, María.
Un beso desde España.

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