la bandera venezolana es amarilla, azulo y roja, este es un teatro que está al lado de mi casa. Me parece curioso que hayan puesto esta escultura justo de estos colores, ayer unos ciclistas en el tren también tenían sus bicicletas pintadas de este color. Este es generalmente el campo de batalla de Nicolás, no vale de nada que todo esté ordenado.. . Últimamente a Nicolás le da por jugar en el parque y tenemos que salir obligatoriamente porque pega berridos, se pone frente a la puerta, la señala y exige salir. Yo tengo un poco de hastío de esta conducta suya porque no siempre me apetece salir corriendo e ir a ensuciarme con la arena en el parque. Un problema me asalta también: me da un poco de miedo o vergüenza que alguien me hable y yo no sepa que responder, supongo es el síndrome de todos los inmigrantes que vivimos en un país donde no se habla una lengua que tú sabes. Yo ya me voy a acostumbrando a manejar el estrés en este wonderland, el estrés linguístico...
Desde el 2006 abrí este blog. Lo he dejado y he vuelto, es como un familiar querido, existía antes de mis hijos. Escribiré reseñas de libros aquí porque con el tiempo me he dado cuenta del poder sanatorio y pacificador de los libros en mi vida. Si puedo ayudar a otros a recomendar lecturas, podré decir que algo ha valido la pena del esfuerzo de escribir y colgar cosas.