Tengo un libro electrónico, sí. Por mucho tiempo dudé en comprármelo hasta que un amigo me habló de sus múltiples maravillas (puedes almacenar muchísimos libros, no te cansa la vista, puedes subrayar, escuchar música clásica mientras lees, puedes pasar las páginas sin ningún tipo de incomodidad, etc). En realidad lo compré como un acto desesperado cuando daba pecho a mi bebé recién nacido y no tenía televisión, y me quedaba viendo al techo, obstinada, durante casi 12 horas al día. El hecho es que siempre fui en contra de los libros electrónicos y ahora, reconozco, que en mitad de la noche, cuando el insomnio me acecha, no me queda otra que encender mi débil lámpara de sal y apelar por el pequeño aparato sin moverme ni cambiar de postura, cosa que tenía que hacer con los libros de papel. Y por esta y no por otra razón los últimos 5 libros que he leído los he leído a través de mi libro electrónico AmazonKindle. Lo mejor es que pude aprender muchísimo inglés con este aparatejo, p...
Desde el 2006 abrí este blog. Lo he dejado y he vuelto, es como un familiar querido, existía antes de mis hijos. Escribiré reseñas de libros aquí porque con el tiempo me he dado cuenta del poder sanatorio y pacificador de los libros en mi vida. Si puedo ayudar a otros a recomendar lecturas, podré decir que algo ha valido la pena del esfuerzo de escribir y colgar cosas.