Tengo exactamente 20 minutos para hacer esta entrada, no tengo derecho a corregir, tengo permiso de escribir y escribir como cuando corro en una sabana grande, verde; se me antoja una pradera con florecitas de esas parecidas a una foto de windows Xp. Ya agoto el tiempo, y sé que se gasta, se va,son sólo veinte minutos que tengo y la verdad se me ocurre escribir del tiempo y de la frustración. Tal vez esté viendo todo de color gris, o azul pálido, pero el tiempo no sé si deprima, sólo sé que se gasta y se gasta. En algún lado escuché que el tiempo no era tan uniforme y hasta podía ser tangible, que estaba constituido de protones y no sé qué cosas más electrónicas ( y se gasta) y aquí no podemos saber si el tiempo de verdad es el tiempo ¿Y si no existiera dentro de los vocablos inventados en los idiomas? ¿Sí la gente viviera sin medidas? ¿Si no fuera necesario saber que nos ponemos viejos (y que se nos gasta), que nos vamos desmoronando, arrugando como una pasa, ajándonos, olvidando hast...
Desde el 2006 abrí este blog. Lo he dejado y he vuelto, es como un familiar querido, existía antes de mis hijos. Escribiré reseñas de libros aquí porque con el tiempo me he dado cuenta del poder sanatorio y pacificador de los libros en mi vida. Si puedo ayudar a otros a recomendar lecturas, podré decir que algo ha valido la pena del esfuerzo de escribir y colgar cosas.