No quiero parecer de verdad una quejica pero tengo miedo. Mañana lunes 25 voy a cumplir 36 semanas de embarazo y estoy un poco asustada. Supongo que es normal. Esta semana santa, la he pasado como nadando en una carrera contra el tiempo, como en un río que va al revés y que tiene un color distinto, tal vez rosado con piedras amarillas. Es como estar así, en medio de un mundo alucinante, en un planeta distinto, en un país diferente, ir andando a través de las semanas que se acercan a la semana 40, y no saber qué te espera.
Entonces estoy sentada la mayoría del tiempo, con poco aire para respirar, haciendo de manera automática y desesperada una tesis que no sé si llegue a terminar. Es una locura de varios días lo que me espera, tener que hacerlo todo antes de que nazca el bebé, tener que explicar la vida de Emilio Salgari a unos pequeños de 12 y tenerlo todo encima. La verdad estoy cansada, y mientras camino en ese planeta diferente, me adormezco porque estar todo el tiempo pensando en las consecuencias de todo me pone de mal humor.
Y estoy de mal humor.
Madrid está vacío y la ciudad despojada de sus habitantes se me hace triste, pero contradictoriamente más habitable.
Han sido unos días de lluvia y la lluvia me gusta. Me ayuda a imponerme el tecleo frenético de la máquina mientras las horas pasan y un desconocido visitante protesta y se mueve dentro de mí.
Entonces estoy sentada la mayoría del tiempo, con poco aire para respirar, haciendo de manera automática y desesperada una tesis que no sé si llegue a terminar. Es una locura de varios días lo que me espera, tener que hacerlo todo antes de que nazca el bebé, tener que explicar la vida de Emilio Salgari a unos pequeños de 12 y tenerlo todo encima. La verdad estoy cansada, y mientras camino en ese planeta diferente, me adormezco porque estar todo el tiempo pensando en las consecuencias de todo me pone de mal humor.
Y estoy de mal humor.
Madrid está vacío y la ciudad despojada de sus habitantes se me hace triste, pero contradictoriamente más habitable.
Han sido unos días de lluvia y la lluvia me gusta. Me ayuda a imponerme el tecleo frenético de la máquina mientras las horas pasan y un desconocido visitante protesta y se mueve dentro de mí.
Comentarios
Un beso y qué alegría de noticia!!
Ophir
Que todo vaya muy bien si durante unos días desapareces del bloguismo ;-)
Que todo vaya bien.
Desde aqui mucho animo.
Felipe.