A veces me pregunto por qué he sido tan floja y no me he puesto a leer esos libros cuyos argumentos me llegan de repente, y me dejan deslumbrada, haciéndome comprometerme (en un arrebato mentiroso y casi canalla) a leerlos. Mientras hacía un pollo con tomate al horno y escuchaba la radio una mujer hablaba del nuevo libro de Philiph Roth a quien alguna vez he reseñado en este blog. Me dieron tantas ganas de leerlo, de correr a la librería a buscarlo,de pagar los posibles 15 euros de su valor en tapa blanda, de llevármelo a mi casa. Conseguida la anterior proeza, sin ningún reparo, sentarme en mi butaca accidentada de la terraza y gozar, solo gozar. Ahora, leo algo sobre un libro que me he prometido leer tantas veces, ¡Oh cruel mentirosa!, José María Arguedas, el zorro de arriba y el zorro de abajo . Pienso que los libros no los leemos en realidad porque los queramos leer sino porque la vida nos pone; por ejemplo, vemos el título en un anaquel y de repente nos gusta, estamos en la librer...
Desde el 2006 abrí este blog. Lo he dejado y he vuelto, es como un familiar querido, existía antes de mis hijos. Escribiré reseñas de libros aquí porque con el tiempo me he dado cuenta del poder sanatorio y pacificador de los libros en mi vida. Si puedo ayudar a otros a recomendar lecturas, podré decir que algo ha valido la pena del esfuerzo de escribir y colgar cosas.