Miro cochecitos para arriba y para abajo, mamás poniendo caras de locas para hacer reír a sus hijos, bebés abrigados contra el duro invierno; llevan sacos, guantes, gorros, bufandas. Busco a Nico en la guarde, o lo llevo, lo mismo da, las madres quitan con paciencia las ropas de invierno de los pequeños. A veces en las tardes, como están alborotados, se ponen a correr cuando los vienen a buscar sin hacer mucho caso, entonces el padre/madre, sin un solo grito o amedrentamiento, espera pacientemente que el niño vaya hacia ellos, este tiempo suele durar unos 3 minutos, entonces dicen una palabra firme, que apenas entiendo y el niño sin chistar se acerca para ser vestido y salir de la guardería. Cuando voy a los parques, me suelo encontrar un montón de niños que juegan con ayuda de padres vigilantes, que hacen preguntas, explican cosas. La mayoría está preparada para que si el niño tiene sed sea satisfecho, si tiene hambre, también. Los niños alemanes son poco espontáneos, a...
Desde el 2006 abrí este blog. Lo he dejado y he vuelto, es como un familiar querido, existía antes de mis hijos. Escribiré reseñas de libros aquí porque con el tiempo me he dado cuenta del poder sanatorio y pacificador de los libros en mi vida. Si puedo ayudar a otros a recomendar lecturas, podré decir que algo ha valido la pena del esfuerzo de escribir y colgar cosas.